En nuestros ambientes de aprendizaje, los alumnos de 1º de infantil estimulan el lenguaje oral con actividades de respiración y soplo.
También reforzamos la habilidad motriz fina a través de un juego de pinzas que nos permite la coordinación muscular en los dedos para producir movimientos pequeños y precisos. Con este juego trabajamos a su vez el conteo y la identificación de los números trabajados.