Para perderle el miedo a los bichos, a un alumno se le ha ocurrido la divertida idea de crear una carrera de insectos. Casi todos los días hacemos una o dos carreras y de paso, ya hablamos más cosas de esos insectos o de otros similares. Como siempre, a través del juego, se pueden aprender muchas cosas y los niños se sienten más motivados.