Como todos los años ha sido una gran alegría el ver como tantos alumnos se han esforzado para realizar sus trabajos y celebrar juntos este día tan especial. De entre todos hemos elegido dos de ellos:
TEOREMA DE LA PAZ
Cuatro sacos de avaricia
son el germen de la insidia
suma esto a la desgracia
de vivir en la ignorancia.
Media parte de soberbia
resta al hombre inteligencia
para ver la equivalencia
entre gritos e indolencia.
Cinco sacos de miseria
multiplican la inconsciencia
de quien lucha con valía
por salvar a su familia.
Nueve sacos de alegría
plenos de amor y empatía
harán que la PAZ un día
sea raíz de la vida.
Natalia Berhó López, 2º de la ESO, Colegio Rafaela María, Valladolid.
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LA PAZ
Según nuestro diccionario, la palabra paz significa: “Estado de tranquilidad y entendimiento entre las personas.” “Sosiego, calma o ausencia de agitaciones.” El simple hecho de tener asimilado que la violencia en ciertos casos es la solución, rompe con todos los estados de tranquilidad y entendimiento. ¿A caso a alguien le produce calma saber que mueren miles de inocentes cada día, víctimas de una guerra que ellos no han provocado, de la que no tienen la culpa, de la que solo son víctimas? A partir de la Declaración de los Derechos Humanos. Los conflictos mundiales han causado cerca de 52 millones de refugiados ¿Alguien ve calma en tener que huir de su país? ¿Alguien ve tranquilidad en separarse de sus seres queridos? ¿Veis entendimiento en no tener la mente lo suficientemente abierta como para aceptar a alguien diferente? ¿En discriminar a una persona por su color de piel o condición sexual? No podemos pronunciar la palabra paz, no podemos hablar de la palabra paz si los primeros que no tenemos paz somos nosotros mismos, si a la mínima nos alteramos y discutimos, sin motivo alguno. No podemos hablar de respeto, cuando a veces ni siquiera respetamos nuestras propias ideas, si no nos respetamos nosotros, no respetamos a los demás. Nos llenamos la boca hablando de paz, de igualdad, de poner fin a la violencia. Disfrazando la hipocresía de falsa humanidad. Cuando empecemos a callarnos y a hacerlo de verdad, podremos celebrar algo, podremos decir que antes de prometer nada a nadie, nos lo hemos prometido nosotros, y no me refiero a cambiar el mundo empezando por cambiar tu manera de reaccionar ante una crítica. Por que eso si que es prometer algo que no podemos cumplir. De hecho, no hay que cambiar nada, no es cuestión de cambiar, es cuestión de mejorar, de mejorar(nos), mejorar nuestro entorno, nuestra tolerancia y nuestra expresión y asimilación de críticas.
Cuándo empecemos a lograr éste tipo de cosas. Cuando las personas dejen de sufrir y las guerras de existir, empezáremos a celebrar de verdad éste día.
Miriam Gómez Ingelmo, 3º de la ESO, Colegio Rafaela María, Valladolid.
Aquí podéis ver varias de las fotografías del acto que realizamos en el patio del colegio por el Día de la Paz 2018: