La creatividad, esa gran olvidada. Diversas investigaciones demuestran que los niños disminuyen sus niveles de creatividad a medida que avanzan en su escolaridad. ¿Debemos replantear nuestros objetivos?. Si definimos la creatividad como la capacidad de generar ideas nuevas y buscar alternativas útiles en la solución de problemas, su desarrollo debería ser prioritario en la formación de nuestros jóvenes.
Países como Singapur, que aparecen desde hace años liderando el ranking internacional de los sistemas educativos apuestan por el uso de metodologías que fomentan la creatividad.
La imaginación, la formulación de preguntas y la búsqueda de respuestas creativas motivan a los alumnos y les convierten en protagonistas de su aprendizaje.