El consumo de alcohol y drogas en adolescentes y jóvenes es un fenómeno complejo, fuertemente influenciado por el entorno que los rodea. El núcleo familiar desempeña un papel crucial, ya que una comunicación abierta y el establecimiento de límites claros pueden actuar como barreras efectivas. En el ámbito educativo, programas de prevención y una educación integral sobre los riesgos refuerzan la toma de decisiones informada. A nivel social, la presión de grupo puede ser mitigada mediante la promoción de actividades saludables y la construcción de una red de apoyo sólida. Este post destaca cómo la colaboración entre la familia, la educación y la sociedad puede moldear un entorno que nutra la resiliencia y fomente un estilo de vida saludable, allanando el camino para que nuestros jóvenes prosperen sin caer en las trampas del consumo nocivo.
En el contexto del Plan de Acción tutorial de 3º de ESO han venido a visitarnos tres agentes de la policía local para hablarnos de todo esto con la charla «Prevención contra el alcohol y la droga».
Gracias por la labor realizada @PoliciaVLL